Un recorrido por el NOA: Tucumán, Salta y Jujuy

Autora invitada: FloR

Las combinaciones de provincias que se pueden hacer para recorrer el NOA son muchas y en este post me voy en una de mis preferidas: Tucumán, Salta y Jujuy.

Antes de empezar, les quiero aconsejar que traten de sacar la ida a una ciudad con vuelta desde otra, preferentemente que sean “las puntas”. Yo fui a San Miguel de Tucumán y regresé de San Salvador de Jujuy, esto les ahorrará tiempo de viaje y evitarán tener que volver, en muchos casos, varias horas en bus, para solamente tomar el vuelo de regreso.

En San Miguel de Tucumán, se puede recorrer la Plaza Independencia que es la principal de la ciudad y alrededor de ella están los edificios más importantes como la Casa de Gobierno, y la Catedral, entre otros. La plaza es el KM 0 de la provincia.

La Casa de Tucumán sin duda alguna este es el lugar más importante de la ciudad, es pequeña y sencilla, guarda el salón donde los congresales de las distintas provincias argentinas se reunieron para para firmar el acta en la que se comprometieron a defender la autonomía de lo que hoy es nuestro país. El salón de la jura de la Independencia es realmente movilizante, los muebles son réplicas de los que estuvieron ese 9 de Julio. Son tres patios que se conectan con las salas, en el tercero se encuentra dos grandes bajorrelieves de Lola Mora, que representan “Los Balcones de la Plaza de Mayo de 1810” y el otro de “La Sala del Congreso de Tucumán de Julio de 1816”.

Otro lugar imperdible es la Catedral de San Miguel de Tucumán que al verla parece que estás viendo la Catedral de la ciudad de Buenos Aires pero mucho más pequeña. Es muy sencilla por dentro, y guarda la cruz fundacional de Tucumán. A muy pocos pasos de ahí se encuentra la Casa de Gobierno, un edificio con más de 100 años que cuenta con visitas guiadas (de lunes a sábados) y en el sótano alberga los resto de Juan Bautista Alberdi.

>> Artículo relacionado: Los requisitos para ingresar a Tucumán en verano

Saliendo de Yerba Buena nos encontramos con el camino hacia el Cerro San Javier. Son 100 curvas las que hay que atravesar para poder llegar hasta esta maravilla, entre la yunga y laderas escarpadas.  En la base nos encontramos con El Cristo Bendicente, obra del escultor Iramáin. En este mismo cerro se practican distintos deportes: mountain bike, cabalgatas y trekking.

Volviendo a la ruta nuestra siguiente parada fue Villa Nougués, una pintoresca villa veraniega enclavada entre la selva y los cerros, se fundó en el año 1899 con la casa de veraneo de Luis F. Nougues, quien fue un importante empresario azucarero y más tarde fue gobernador de la provincia.

Una vez conocidos los lugares de rigor de San Miguel armamos mochilas, para seguir viaje, ahora por tierra y hacia el norte, por los Valles Calchaquíes. Nuestro cometido era llegar ese mismo día a Salta Capital a dormir pero -como se dice por ahí- el camino también es parte del viaje así que armamos este trayecto con algunas paradas en el camino.

La primera fue Tafi del Valle. Literalmente Tafí esta entre las nubes, con mil tonos de verdes que no hacen más que embellecer cada una de las fotos que podés sacar. Seguimos camino hacia el norte y a 1 hora de viaje nos encontramos con Amaicha del Valle donde está el Museo a la Pachamama, con cactus altísimos,  que se mezclan entre las enormes figuras de piedras que se exponen.

Luego del recorrido, seguimos viaje y a solo 20 minutos de ahí nos encontramos con Ruinas de Quilmes. Hasta el siglo XVII la población que habitaba este lugar tenía un nivel elevado de organización política, social y económica, hoy sus ruinas dan testimonio de esto.

Finalmente luego de todo este recorrido fuimos directo a nuestro próximo destino.

No por nada la llaman La Linda, la ciudad es muy pintoresca y la provincia ofrece distintos atractivos para todos los gustos.

Nos alojamos cerca de la plaza 9 de Julio, que es la más importante de la ciudad y a su alrededor están todos los edificios más relevantes. Así que de un mismo recorrido pudimos conocer la Catedral Basílica de Salta, impacta la ornamentación, está declarada monumento histórico nacional, y tanto por fuera como por dentro te deja sin aliento, es de estilo neobarroco, y el altar mayor es hermoso con dorado a la hoja por donde se mire.

Durante el mismo paseo fuimos al Museo de Arqueología de Alta Montaña, es un edificio del siglo XIX, creado para el estudio de descubrimientos arqueológicos de la época incaica en la zona, antes de la llegada de los españoles. El edificio es imponente y hay varios bares y restaurantes donde se puede descansar, sentarse en las mesas de la calle con vista a la plaza y tomar algo.

>> Artículo relacionado: Salta ya tiene su certificado de destino seguro y requisitos de ingreso para el verano

Otros dos lugares que merecen la pena visitar son el Cabildo Histórico de Salta, que es uno de los edificios coloniales mejores conservados del país y tuvo múltiples usos: desde cárcel, sede policial, hasta casa de gobierno (consultar días y horarios de visitas). Y la Iglesia San Francisco que se encuentra a tan solo 1 cuadra de la plaza, es monumento histórico nacional, con unos colores y detalles en su fachada dignos de visitar. No se la pueden perder tanto de día como de noche, cuando se ilumina entera.

Después de una visita a lo más importante de la plaza, y habiendo comido unas empanadas INCREIBLES, nos fuimos a conocer el Cerro San Bernardo. A tan solo 1 km de la plaza 9 de Julio se abre camino esta joya de la ciudad, con abundante vegetación. Se puede acceder a la cumbre a través de unas escaleras, donde se aprecia el Vía Crucis, o por medio del auto (son poco más de 2 km) o por teleférico.

Nosotros elegimos esta última vía para poder apreciar también la vista panorámica de la ciudad a medida que íbamos avanzando. Una vez alcanzada la cumbre el paisaje se abre ante nosotros y pide a gritos ser fotografiado, así que a eso nos dedicamos un buen rato. Después simplemente a contemplarlo y guardarnos los mejores recuerdos. Llegado el momento de bajar optamos por caminar, fue la mejor combinación.

A la noche Salta se viste de peña, por donde estés suena música folclórica y de menú hay empanadas, asado y vino tinto para acompañar, no se pierdan esta fantástica tradición, es una fiesta. Nosotros al otro día salíamos temprano, hacia La Cuesta del Obispo, así que algo temprano para lo que realmente era la noche, nos fuimos a descansar.

La Cuesta del Obispo son unos 20 km sobre la ruta provincial 33 , de puro zigzag y un paisaje maravilloso que por momento se mezcla con las nubes, y es que en un punto se alcanzan los 3620 msnm en Piedra de Molino. El Valle Encantado se abre ante nuestros ojos con unos colores maravillosos que contrastan con lo que más adelante veríamos al llegar a La Quebrada de Escoipe. Definitivamente es algo que deben recorrer, ya sea en auto, como lo hicimos nosotros, o para los más osados, se puede hacer en bicicleta.

No podíamos dejar Salta sin antes experimentar la emoción del rafting en el Río Juramento así que salimos temprano (hay que reservar al menos con 1 día de anticipación) y luego de una charla de seguridad donde nos dieron las instrucciones salimos al río. Son aproximadamente 10 rápidos con un recorrido que dura en total 2 horas y la dificultad es intermedia. Nos paramos de remar y de reírnos, las fotos que te sacan en el trayecto dan testimonio de esto. No olvidar llevar protector solar y obviamente, traje de baño.

Llegamos a San Salvador de Jujuy por tierra, como veníamos haciendo con todo nuestro recorrido. Son aproximadamente 2 horas, la ciudad no es tan grande como Salta o San Miguel, pero al igual que estas, en el centro está la plaza principal y en sus alrededores están los edificios más importantes para conocer.

El itinerario era ajustado, teníamos varias cosas pendientes por hacer y nos iban quedando pocos días así que decidimos hacer una primera noche en San Salvador y salimos rumbo a La Quebrada de Humahuaca. 

La Quebrada es un valle de 155 km declarado Patrimonio Cultural por la UNESCO y la componen distintos paisajes y pueblos en los que se pueden alojar. Nosotros decidimos hacer noche en Purmamarca, donde está el famoso Cerro de los Siete Colores.

Las ventajas de estar alojados en la Quebrada son muchas. Para empezar, amanecer y ver el anochecer en cualquiera de estos pueblos es impagable: las estrellas, el cielo, la gente y la comida invitan a quedarse. Y por otro lado te permite ahorrar tiempo al no tener que volver a San Salvador de Jujuy a dormir.

>> Artículo relacionado: Top 10 de lugares para conocer en Jujuy

Lo lindo de este maravilloso lugar es poder recorrer sus calles, las ferias y disfrutar sus comidas. Los imperdibles:

Como les conté está en Purmamarca y es el telón de fondo de sus calles, se puede acceder al mirador, se paga un precio muy barato y se tiene otra perspectiva del cerro y del pueblo también.

Aquí se encuentran las montañas de La Paleta del Pintor, y en la entrada del pueblo está Posta de Hornillos, una antigua posta del Virreinato del Rio de la Plata que hoy funciona como museo.

Quizás de lo más conocido en la Quebrada. Sobre sus colinas encontrarán el Pucara de Tilcara, una fortaleza prehispánica ubicada a 80 metros de altura.

Fue un punto importante en el comercio con el Alto Perú en el siglo XIX. Sus calles son angostas, empedradas y llenas de casas de adobe, que invitan a caminar: el centro, los miles de lugares con artesanías que hay por donde mires y el Monumento a los Héroes de la Independencia, desde donde se puede tener una vista al pueblo y de la Quebrada.

Dividimos el recorrido en 2 días, para poder disfrutar de todos y cada uno de los pueblos. También puede hacerse en 1 mismo día, desde San Salvador o desde Salta.

Lo último que hicimos en Jujuy fueron Las Salinas Grandes que son más de 500 km cuadrados, están situadas entre los límites de Salta y Jujuy, y con vista al nevado de Chañi. El recorrido, hasta llegar a las Salinas es maravilloso, por cada kilómetro que hacíamos íbamos ganando más y más altura, serpenteando La Cuesta de Lipán hasta los 4140 msnm donde se mezcla el celeste del cielo con el blanco intenso de ese enorme campo de sal, donde aun hoy se extrae la sal de forma artesanal. 

A nuestro regreso dormimos en San Salvador de Jujuy ya que al otro día salía nuestro vuelo desde el aeropuerto de la ciudad. El recorrido por tierra entre las 3 provincias es la mejor y más completa manera de hacerlo. Se puede sacar buses de línea, o armar el recorrido de forma personal, para poder parar en cada lugar que quieran, como hicimos nosotros. Hay varias empresas de turismo que lo hacen o bien se puede hacer con algún remis, o alquilar auto. Nosotros coordinamos con un remis el tramo de San Miguel a Salta con una agencia de autos que nos recomendaron en el alojamiento que estábamos.

El NOA es de esos lugares que a cada kilómetro que hacés el paisaje y la historia no dejan de sorprenderte. Cualquier época es lindo para conocerlo, en verano el calor puede ser agobiante (aunque en muchos lugares hay bastante amplitud térmica) por lo que hacen al invierno, otoño y hasta la primavera los mejores momentos para recorrerlo.

¿Ustedes que otros lugares sumarían a un recorrido por el noroeste argentino?