Explorando el esplendor del Antiguo Egipto en el Museo Egipcio de El Cairo

Autor invitado: @gustavodonofrio

En la bulliciosa metrópolis de El Cairo, se encuentra un tesoro invaluable que transporta a los visitantes a través de los siglos: el Museo Egipcio.

Se encuentra situado en la Plaza Tahrir, este majestuoso edificio alberga una asombrosa colección de artefactos que narran la historia fascinante y misteriosa del antiguo Egipto. Desde el momento en que se pone un pie en sus puertas, el Museo Egipcio se revela como un portal mágico que conecta con una civilización perdida en el tiempo.

Los tickets se sacan en unas oficinas que están fuera del edificio principal, frente a la puerta de acceso. Antes del ingreso se realiza una requisa de bolsos y mochilas por parte de personal militar.

El recorrido comienza con la imponente Sala de las Momias Reales, donde los faraones y reinas descansan en sarcófagos de oro y piedras preciosas. La majestuosidad de estas figuras históricas se palpa en el aire, sus rostros inmortales mirando fijamente a los visitantes, transmitiendo la grandeza y el misterio que rodea al antiguo Egipto.
Una de las joyas del museo es, sin duda, el tesoro de Tutankamón. La sala dedicada al joven faraón está ubicada en el primer piso y revela tesoros tan deslumbrantes como el día en que fueron descubiertos por Howard Carter en 1922. La máscara funeraria de Tutankamón, elaborada con oro y piedras preciosas, es el epítome del arte y la artesanía egipcios.

Un detalle: si uno desea sacar fotos en la sala de Tutankamón debe sacar un ticket adicional (con un costo adicional también, por supuesto), al momento de sacar la entrada, caso contrario los guardias de civil que están custodiando la máscara se les acercarán con cara de pocos amigos para pedirles que no tomen fotos, y en el caso de haberlas tomado, les ordenarán que las eliminen.

El Museo Egipcio no solo se sumerge en la grandeza de los faraones; también ilumina la vida cotidiana del antiguo Egipto. Exhibiciones que van desde objetos domésticos hasta joyas y herramientas proporcionan una visión única de la vida de aquellos que poblaron las orillas del Nilo.

La renovación y modernización del museo en los últimos años han mejorado la experiencia del visitante, con exhibiciones interactivas y una presentación más informativa. La atmósfera cautivadora del museo se combina con una narrativa vívida, transportando a los visitantes a través del tiempo y el espacio.
En conclusión, una visita al Museo Egipcio de El Cairo es más que un simple recorrido por vitrinas llenas de tesoros antiguos. Es una experiencia inmersiva que despierta la imaginación, provocando preguntas sobre la vida en el antiguo Egipto y dejando una impresión duradera del esplendor de una civilización que ha fascinado al mundo durante milenios.