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Autor invitado: @gustavodonofrio
Recorriendo la mítica Ruta 66
En sus casi 4000 kilómetros de extensión, la icónica Ruta 66 –“la madre de las carreteras”, como es conocida-, atraviesa infinidad de lugares, con variadas geografías y diferentes culturas, pero uno de los sitios que no hay que dejar de visitar si deciden recorrer toda –o algún tramo al menos-, es el poblado de Seligman, un tesoro perdido en el tiempo en medio del vasto desierto de Arizona sobre la “vieja” 66. Situado a unos 120 kilómetros al oeste de Flagstaff, se puede llegar a el directamente desde allí por la histórica ruta 66.
Seligman: Un oasis en la Ruta 66
Esta legendaria carretera ha sido testigo de innumerables aventuras y ha sido inmortalizada en canciones y películas.
A medida que nos adentramos en el tramo que atraviesa Seligman, la sensación de estar en una cápsula del tiempo se apodera de nosotros. Este pueblo, con sus coloridos letreros de neón y sus edificaciones vintage, parece congelado en la década de 1950. El espíritu retro de la Ruta 66 se encuentra en cada esquina, y Seligman lo celebra con orgullo.
La ruta de los recuerdos
Una parada obligatoria es el famoso Delgadillo’s Snow Cap Drive-In, un ícono de la Ruta 66. Con su fachada peculiar y su atmósfera festiva, este lugar es conocido por sus hamburguesas deliciosas y su servicio lleno de humor.
Allí también podrán encontrar tiendas locales con tesoros auténticos de la Ruta 66, desde recuerdos clásicos hasta objetos vintage que los transportarán en el tiempo. No se olviden de llevar a casa una auténtica señal de la Ruta 66 como recuerdo de su viaje.
Encuentro con la historia en Angel & Vilma Delgadillo’s Route 66 Gift Shop
La historia de Seligman está profundamente ligada a la familia Delgadillo, y una visita a la tienda de regalos de Angel & Vilma Delgadillo es como un paseo por la memoria. Fotografías antiguas, recortes de periódicos y recuerdos de la familia los sumergirán en la rica historia de este pueblo a orillas de la Ruta 66.
Seligman es un paraíso para los amantes de la Ruta 66
Mientras caminan por las calles de Seligman, no se sorprendan si encuentran autos clásicos estacionados o “motoqueros” disfrutando del ambiente. Este pueblo ha atraído a entusiastas de la Ruta 66 de todo el mundo, creando una comunidad vibrante que comparte la pasión por la carretera abierta y la nostalgia de tiempos pasados.
En resumen, explorar el tramo de la Ruta 66 que pasa por Seligman es más que un simple viaje por una carretera; es meterse en la historia, la cultura y la esencia de este icónico trayecto. Así que, a prendan el motor, agarren el volante, y dejen que la Ruta 66 y Seligman los guíen en una experiencia que va a quedar en su memoria mucho después de que el polvo del camino se asiente.
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