Auroras boreales en Islandia ¿cuándo, dónde y cómo fotografiarlas?

Autora invitada: Desandar

Las auroras boreales son espectáculos que ofrece naturaleza. A continuación, comparto una guía basada en mi propia experiencia cazando auroras en Islandia.

Las auroras boreales son un fenómeno indescifrable y difícil de explicar. Básicamente, las auroras polares (boreales en el norte y australes en el sur) surgen de las partículas procedentes de los vientos solares. Éstas son guiadas por el campo magnético de la Tierra y dirigidas hacia los polos. Cuando las partículas solares alcanzan nuestra atmósfera, chocan con moléculas de oxígeno y nitrógeno y liberan energía en forma de luz. Esta ciencia digna de documental produce la magia que tantos deseamos contemplar.

Las auroras boreales en Islandia se ven en invierno: la oscuridad máxima en los polos permite que se genere el contraste lumínico que da lugar al espectáculo en el cielo. A partir de septiembre y hasta marzo es posible verlas, pero los meses de mayor actividad solar y oscuridad suelen ser enero y febrero. En mi viaje a Islandia, en enero, solo había cuatro horas de luz: amanecía alrededor de las 10 am y atardecía a las 4 pm. El mejor horario para salir a cazar auroras boreales en Islandia era entre las 11 pm y las 3 am. Creo que no hace falta aclarar que el frío es extremo, así que no se olviden de llevar un termo con algo caliente y abrigarse con ropa térmica, impermeable y apta para la nieve. 

Las auroras boreales se ven principalmente en los países nórdicos, pero también se ha reportado verlas en la Isla de Skye en Escocia, por ejemplo. Cuanto más nos acerquemos al Círculo Polar Ártico, mayores chances de verlas con más fuerza. En mi caso, elegí Islandia porque siempre me interesó más allá de las northern lights. Como es un país pequeño y la única ciudad es Reikiavik, salir a cazar es fácil: sólo basta con manejar una hora para alejarse de la contaminación lumínica de la capital. Sin embargo, en otros países nórdicos suele ser más fácil verlas. El lugar por excelencia es Tromsø, una isla en el extremo norte de Noruega, pero llegar supone tomar un vuelo desde Oslo o un bus de 24 horas. En Suecia y Dinamarca también pueden verlas. Les recomiendo ir a un lugar donde haya otros atractivos que les interesen para aprovechar además de las auroras.

La opción por excelencia para poder ver las auroras boreales en Islandia es alquilar un auto, no solo para ver auroras sino para recorrer toda la isla. De hecho, en verano muchos alquilan una campervan para dar la vuelta a la isla por la ring road (la ruta principal), disfrutando de la libertad de poder dormir y cocinar dentro del vehículo. En invierno, el clima es muy hostil para dormir afuera, pero de igual modo un auto es muy conveniente. Se descargan la aplicación My Aurora Forecast o ingresan en verdur.is y ahí tienen un mapa con la actividad solar (escala de 1 a 10 según intensidad) por región y horario, por lo que solo es cuestión de ir con el GPS al punto más álgido. Estén atentos a la aplicación y tengan paciencia. No esperen bajar del auto y verlas en todo su esplendor, esperen un poco más a ver si aumenta la intensidad o si hay que explorar otro lugar.

Si viajan solos y no consiguen con quien alquilar un auto o no saben manejar (hola, soy yo) pueden reservar tours desde €50, algunos son combinados con aguas termales. Lo bueno de ir en tour es que la empresa te lleva las veces que sean necesarias hasta que las veas o te dejan abierta la reserva por un año. Yo había reservado el tour con Bus Travel Iceland y me lo cancelaron tres días seguidos por malas condiciones climáticas. Justo charlando con unos españoles en mi hostel, me dijeron que les sobraba un lugar en el auto y me invitaron a ir con ellos. Cancelé el tour con la agencia porque les dije que ya me iba del país y me devolvieron el dinero en el mismo día. Terminé pasando una noche hermosa y helada viendo las auroras y conociendo otros viajeros.

Estoy muy lejos de ser fotógrafa profesional, pero moría por sacar aunque sea una foto decente de las auroras. Después de mucho leer, pedir consejos y estudiar mi réflex, lo conseguí. Es fundamental llevar un trípode y sacar las fotos con el disparador automático o con un control remoto. Cuando usamos exposiciones largas, la cámara se mueve mucho y es imposible sacar una buena foto con cámara en mano. Yo llevé un trípode Gorilla Pod, ideal por su pequeño tamaño y versatilidad. Recuerden que las baterías duran mucho menos con el frío. Algunas personas sacaron fotos bastante nítidas con iPhone. La fórmula básica para configurar la cámara manualmente y empezar a jugar sería así: 

¿Alguien en la sala con ganas de conocer las auroras boreales?