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Con una historia ancestral, una gastronomía vibrante y una industria turística en crecimiento, El Salvador se perfila como uno de los destinos más prometedores de Centroamérica.
Al aterrizar en San Salvador, la capital de El Salvador, la exuberante naturaleza, las playas vírgenes y los majestuosos volcanes capturan la atención del viajero. Convertido en uno de los destinos menos explorados de Centroamérica, y viviendo su mejor momento, El Salvador emerge como una joya oculta en la región.
Su topografía es tan sorprendente como compacta, lo que permite a los viajeros explorar la capital durante el día y disfrutar del surf en sus playas por la tarde. Desde San Salvador, todos los rincones del país están a un paso. El Salvador resurge con fuerza y aquí están los lugares que no te podés perder en tu visita a este país.
Descubrir la cultura Salvadoreña:
San Salvador, una capital poco conocida, merece ser explorada con calma. Una visita al Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) es el punto de partida ideal para sumergirse en la cultura, la identidad y la diversidad cultural salvadoreña. Desde la época prehispánica hasta la actualidad, el museo ofrece una visión completa de los primeros asentamientos en El Salvador, la religión, la industria agroalimentaria y artesanal, así como las diversas expresiones culturales del país. Los amantes del arte tienen una parada obligatoria en el Museo de Arte Moderno (MARTE), donde se exhibe el arte salvadoreño desde el siglo XIX hasta la actualidad, con exposiciones temporales de artistas nacionales e internacionales.
Gastronomía con identidad
En el mismo complejo que el Museo Nacional de Antropología se encuentra el restaurante El Xolo, donde la etnología y la gastronomía se fusionan en un homenaje al maíz criollo y los productos locales. Este es el lugar perfecto para comenzar a explorar la cocina salvadoreña más allá de las populares pupusas, el plato nacional. Gracia María Navarro y Alexander Herrera, chefs del restaurante, utilizan ingredientes de comunidades indígenas salvadoreñas para ofrecer una reinterpretación de la cocina local con influencias mesoamericanas.
Recorrer San Salvador
La Catedral Metropolitana de San Salvador es uno de los monumentos principales del centro histórico de la ciudad, al igual que la impresionante Iglesia del Rosario, conocida por su diseño obra del escultor Rubén Martínez. Otros puntos destacados incluyen la Plaza Libertad, con su monumento al Ángel de la Libertad, y el Palacio Nacional, testigo de la historia política de El Salvador.
Al pie de un volcán
A pocos minutos de la ciudad se encuentra el Parque Nacional El Boquerón, una reserva natural que alberga el cráter del volcán de San Salvador, a 1800 metros sobre el nivel del mar. Los amantes del trekking encontrarán aquí un refugio de paz y tranquilidad, con senderos que recorren el cráter de este volcán, rodeado de exuberante vegetación y vida silvestre.
La Pompeya de América
Joya de Cerén, ubicada a 36 kilómetros de la capital, es un pueblo prehispánico sepultado por la erupción del volcán Loma Caldera en el año 650 d.C. Declarado Patrimonio de la Humanidad, este sitio arqueológico ofrece una visión única de la vida cotidiana de la civilización maya en el siglo VII, incluyendo sus costumbres, religión y hábitos alimenticios.
Cultura milenaria
A 80 kilómetros de la capital se encuentra el Parque Arqueológico de Tazumal, un área que alberga vestigios de civilizaciones prehispánicas que ocuparon la zona desde el 1200 a.C. El museo Stanley Boggs ofrece una perspectiva completa de las diferentes culturas que habitaron estas tierras a lo largo de los siglos.
Bañarse en un lago volcánico
El Lago de Coatepeque, formado por cuatro erupciones cataclísmicas, es uno de los destinos más populares del país para actividades acuáticas y recreativas. Rodeado de una impresionante belleza natural, este lago ofrece oportunidades para la observación de aves, ciclismo de montaña, pesca y deportes acuáticos.
En resumen, El Salvador emerge como un destino turístico vibrante y emocionante en Centroamérica, ofreciendo una combinación única de historia, cultura, naturaleza y gastronomía. Con su riqueza cultural y paisajes impresionantes, el país está listo para cautivar a los viajeros con experiencias inolvidables. Desde explorar sitios arqueológicos fascinantes hasta relajarse en playas paradisíacas, El Salvador promete aventuras inigualables para aquellos que se aventuren a descubrir sus tesoros ocultos.
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