Platos imperdibles para probar si viajan a México

Ampliamente disfrutado por los mexicanos en celebraciones y eventos especiales, el Mole incorpora ingredientes autóctonos como chiles, tomate, cacao o maíz, así como componentes como cebolla, ajo o trigo, introducidos por los españoles. Este plato emblemático del país es una salsa única que fusiona la cocina española y mexicana, siendo su nombre una amalgama de culturas: “Mole” proviene del término azteca “mulli” (salsa) relacionado con el verbo español “moler”.

Tradicionalmente cocida en un horno de barro durante horas, la Cochinita Pibil es carne de cerdo marinada en una mezcla de naranja y adobo de achiote, acompañada de cebolla morada y servida con tortillas. Originaria de la región de Yucatán, este plato destaca por su peculiar forma de preparación. La palabra “Pibil” tiene raíces mayas y significa “enterrado”, haciendo referencia al método culinario prehispánico en el cual se cavaba un hoyo para lograr los efectos de una olla a presión.

Platillo característico de Puebla, los Chiles en Nogada consisten en un pimiento relleno de carne, cubierto con una rica salsa elaborada con ingredientes como chocolate, nueces, perejil, semillas de granada y especias. Consumido en septiembre en conmemoración de la independencia, este plato tiene un significado simbólico al representar los colores de la bandera mexicana.

Elaborados con tortillas de maíz fritas y bañados en salsa verde o roja, este platillo se sirve con huevo, pollo, carne desmenuzada, frijoles o queso. Los Chilaquiles son comunes en los desayunos mexicanos.

Extremadamente popular en México y a nivel mundial, los tacos son tortillas de maíz rellenas de carne de res o cerdo, acompañadas principalmente de jugo de limón, crema agria y cebolla morada. Aunque su origen es incierto, se cree que fueron creados por mujeres trabajadoras rurales debido a su fácil preparación y la versatilidad de los rellenos.

Al igual que los tacos, las enchiladas ofrecen una amplia variedad de rellenos, siendo una comida mexicana tradicional compuesta por tortillas de maíz rellenas de pollo, carne molida o queso, bañadas en una salsa conocida como piri-piri, con un toque picante. La palabra “enchilada” proviene del español, específicamente del verbo “enchilar”, que significa “agregar pimienta”, convirtiéndolo en un platillo con un sabor intenso. Su origen se remonta a los tiempos de los Mayas y sigue siendo apreciado tanto por los mexicanos como por los turistas de todo el mundo.