Pueblos del vino en tren por 15 €: De Portugal a la frontera española

Los trayectos en tren se caracterizan por ser buenos, atractivos y asequibles, convirtiéndolos en una forma económica de descubrir diversos lugares en un tiempo determinado. En Europa, hay numerosas rutas que conectan ciudades importantes y revelan rincones con valioso patrimonio.

La “Linha do Douro“, una de las vías ferroviarias más antiguas y emblemáticas de Portugal, extiende sus aproximadamente 200 kilómetros desde la estación de São Bento en Oporto hasta la estación de Pocinho, cerca de Badajoz. Inaugurada en 1887, esta ruta sigue siendo relevante por sus hermosos paisajes y su vínculo con la histórica industria vinícola del valle del Duero. A lo largo del camino, atraviesa la región demarcada del Duero, famosa por sus terrazas de viñedos y la producción del renombrado vino de Oporto.

La Linha do Douro se destaca por su asombrosa ingeniería, con 26 túneles y 30 puentes desafiando la topografía accidentada. Entre ellos, el Ponte de São João es una destacada obra de ingeniería de su tiempo. La ruta ofrece una diversidad de paisajes, desde áreas urbanas hasta terrazas de viñedos y escarpados acantilados.

Además de su papel histórico en el transporte de bienes, especialmente el vino de Oporto, la Linha do Douro se ha convertido en un atractivo turístico. Aunque sigue siendo utilizada por la población local para el transporte diario y mercancías, también ha contribuido a revitalizar las comunidades a lo largo de su recorrido, atrayendo visitantes y reconocimiento a la región.

El billete sencillo hasta el final de la línea tiene un costo de 14,50 euros y la duración del viaje es de aproximadamente 3 horas y 30 minutos, según información de porto-north-portugal.com. Además de disfrutar de hermosos paisajes, este recorrido ferroviario ofrece una ventana a la historia y cultura de Portugal, permitiendo a los viajeros descubrir pueblos pintorescos, degustar vinos locales y disfrutar de la gastronomía regional.