Visitar Cartagena: la ciudad Romántica y llena de Historia

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Autora invitada: Viajar, vivir el mundo

Qué contarles de esta hermosa ciudad amurallada, una de las que más me gustan de Latinoamérica. Es pintoresca, prolija y costera. Tiene mucha historia que contar, con festivales de letras, teatro y esculturas en sus preciosas calles empedradas. Es un placer caminar y dejarse llevar para encontrar tiendas escondidas dentro de casas coloniales, balcones de madera y ventanas llenas de flores. Librerías muy completas, hoteles construidos dentro de fortalezas reacondicionadas para recibir al turismo…

Como está emplazada en una bahía, la ciudad fue siempre blanco de invasiones. Abundan las historias de piratas – por allí pasó el famoso Francis Drake – y de tráfico de esclavos. Las murallas fueron construidas como protección y la iglesia católica puso el foco en evangelizar a los paganos. La Inquisición tuvo una gran influencia en estas tierras.

Estuve dos veces en Cartagena y la tengo siempre presente para volver. Promociones Aéreas suele ofrecer buenas ofertas y es un excelente destino para una escapada romántica de pocos días o para tomarlo de base de un viaje familiar “de mar y aventura”.

Recomiendo hospedarse dentro de la ciudad amurallada, es la zona más bonita, segura e interesante. Caminando se accede a todos los sitios además de descubrir, constantemente, el encanto de la ciudad.

¿Qué visitar en Cartagena de Indias?

Recorrer la ciudad de punta a punta es un excelente paseo que puede hacerse por tramos, caminando por arriba de la muralla – la construcción es ancha y lo permite –  y por abajo, donde están las bóvedas, antes calabozos y, ahora, negocios.

En Cartagena hace calor. Y calor de verdad. Hay que salir con botellas de agua y gorrita para protegerse del sol. Pero – siempre hay un lado bueno – abundan las heladerías y vale la pena probar diferentes gustos.

Para quienes gustan de los sabores tropicales tendrán mucho para aprovechar. En la calle abundan los vendedores de frutas en vasitos. Recomiendo las tiritas de mango – un poco verde, si pueden elegir – con sal y limón/lima.

Uno de los clásicos son las cevicherías. Una de ellas – la más “turística” –  está frente al Sofitel que funciona en el antiguo Monasterio de Santa Clara (preguntando se llega a todos lados, como dice mi hijo, “el mejor GPS, es la gente”). La otra, más popular,  es El Sombrerón: un puesto emplazado en una esquina, a una cuadra de la ciudad amurallada (calle 35 y carrera 9ª). Se come en la calle. Alrededor del puesto hay un semicírculo, de unas 20 sillas, en las que la gente se sienta con sus vasitos y se deleita con ceviche de pescados, pulpo o mariscos. BUENÍSIMO!!!

El mismo Sofitel (en frente de La Cevichería, obvio), es digno de conocer. Desayunamos en unas mesitas de ratán, en un patio lleno de plantas y que, en ese momento, tenía de mascota un tucán que revoloteaba de mesa en mesa. El jardín interno es muy bonito, lo mismo que un sector para tomar tragos, que abre a la noche.

Puede visitarse El Museo del Oro que, aunque es chico, merece la recorrida.

Pero lo que no puede perderse es El Museo de la Inquisición. La muestra incluye desde las recomendaciones para reconocer a quienes profesan la hechicería hasta los más variados métodos de tortura con los que atormentaban a los infieles.

El Castillo de San Felipe es interesante de ver, está ubicado afuera de la ciudad amurallada y se puede llegar perfectamente a pie (no olvidar el agua y la protección!). Es una construcción enorme, preparada para protegerse de posibles invasiones. Desde lo alto se puede ver la ciudad pero, en el interior, está repleta de túneles construidos para esconderse, si fuese necesario. Hay una visita nocturna, “La noche de los sustos”, a la que no fuimos pero que nos quedó en el tintero.

Últimas noticias sobre Castillo San Felipe

Detrás del fuerte está el Monumento a la Botas Viejas, homenaje a uno de los poetas de la ciudad, Luis Carlos López. Una escultura, muy pintoresca, que reproduce un par de zapatos gigantescos representando a quienes profesan este oficio.

El Café del Mar, es un lugar ideal para ver el atardecer. Está sobre la muralla, justo en el vértice de la ciudad. No es barato. Para darse un gustito romántico, está muy bien.

Ya fuera de la ciudad amurallada, les recomiendo ir a comer a La Casa de Socorro – para refrescarse no dejen de probar la limonada de coco -, en el barrio de Getsemaní. Una zona bohemia, lleno de restaurantes más íntimos.

Bocagrande, es un área de playas a 3-4 km de la ciudad amurallada. Es una lengua que se adentra en el mar, con edificios poco pintorescos y, a ambos lados, el mar. Las playas, si bien tienen agua limpia, son de arena oscura. Se pueden alquilar reposeras y sombrillas.

  • Los alojamientos son algo más económicos que en la ciudad vieja.
  • Cartagena puede oficiar de base para recorrer playas fantásticas.
  • Desde el puerto salen, diariamente, barcos hacia distintos destinos que quedan a una hora de navegación, como máximo.

Sin duda, la mejor opción son las Islas del Rosario. Nosotros nos alojamos en el Sofitel San Pedro de Majagua. La excursión se contrata en el mismo Sofitel, en Cartagena.

El viaje en barco pasa de un agua oscura, durante el trayecto al salir de la parte continental, al agua clarísima de un color turquesa intenso. Antes de llegar al predio del hotel pasamos por un acuario – precario, pero pintoresco – en donde la atracción principal son los tiburones nodrizas que están amaestrados como delfines y sacan medio cuerpo para comerse los pescaditos que les dan los instructores.

El hotel en sí mismo es un pequeño paraíso. Desde ya que no es el lugar más económico, pero vale la pena (para ir “en pareja”, sin niños). Las habitaciones son sencillas pero de muy buen nivel. Incluye el desayuno. Las comidas, son pagas. Estuvimos alojados tres noches y sólo cenamos una vez. Hay opciones alrededor de la isla, aunque el hotel no las recomiende.

A través de amigos, sabíamos que podíamos recorrerla y visitar otras playas. Fue una recomendación que nos vino de maravilla ya que comimos con la gente local. En la playa Media Luna, siempre hay alguien dispuesto a cocinar una langosta con patacones (rodajas de plátano verde frito equivalente a nuestras papas fritas, una delicia!). También almorzamos en alguna choza/chiringuito que está en el camino, donde siempre hay pescado frito. Charlando con los lugareños conseguimos un “guía” de 16 años que nos llevó a dar una vuelta por los manglares – el lugar donde toda la vida jugó, como si fuese su plaza -, con un bote a remos que ni siquiera era suyo…

A unos 100 metros del hotel está La laguna escondida, una entrada del mar rodeado de manglares, con el agua calma como una mesa de pool. A la noche se puede ir a nadar y se encuentran unas fosforescencias que parece que marcasen tu silueta cuando estás dentro del agua. Incluso logramos combinar con algún pescador de la zona y comimos pulpo a la luz de la luna. Si querían romanticismo? Ahí lo tienen!

El hotel tiene kayaks propios y elementos para hacer snorkel. A unos 40 / 50 metros de la costa hay pequeños arrecifes llenos de pececitos de colores.

Con respecto a las excursiones a Isla Barú – una de las más conocidas y turísticas, que se ofrecen en todos los paquetes -, no las recomiendo. Es uno de esos lugares que se ven maravillosos en las fotos, pero que desilusionan por los miles de barcos que atracan, todos, en la misma playa al mismo tiempo. El paraíso dejó de serlo: el agua está sucia por latas y papeles lo mismo que la arena y hay que hacer cola para comer un pescado frito insípido, en mesas multitudinarias.  Si tienen el dato de algún buen hotel alejado de la esa playa – Playa Blanca -, puede ser una opción, pero no hagan un tour a Barú. Hay otros tours a Islas del Rosario, un poco más costosos, pero mejores.

La vuelta en barco a Cartagena nos vuelve a conectar con el encanto de la ciudad. Y sólo pisarla te hace disfrutar.

Vale la pena tenerla en cuenta, siempre.

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Comentarios
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  • Espectacular descripcion. Muchas gracias. Una guia enorme para los que queremos empezar a planear un viaje para este lugar.

  • Buenas, voy a Cartagena en una semana, tenemos todo planeado, lo unico que queria saber si desde cartagena a islas del rosario puedo ir por el dia, si es conveniente. (isla grande y demas), a que hora sale la ultima lancha de regreso a Cartagena sabes?.

    Gracias

    • Hola. Yo fui 2 veces a Cartagena. Una con mi hermano y en 2018 con mi familia. En ambas fuimos a Isla del Rosario y a Barú en el día. Te alcanza para conocer. Si el tiempo está bueno, la disfrutas… Sino con 4 hs. te sobra. Recomendable.

    • Hola Martín, si puedes ir por el día a recorrer las islas del Rosario, se sale bien temprano y la última lancha regresa alrededor de las 15hrs. Yo recomiendo Baru 100% es una península, agua cristalina, un lugar soñado si puedes quedarte una noche a dormir, tienes el mar prácticamente a tus pies. Lo escuchas mientras duermes y tiene una puesta de sol increíble. Desde Baru puedes realizar isla del Rosario. Incluso puedes quedarte un poco más hasta las 17hrs para aprovechar el mar y luego volver en auto entre varios. La misma gente del hospedaje te los puede recomendar. Estuve en ‘Alejandro Express’ alejado del tumulto de la gente, buen desayuno, ubicación y atención de Carlos. Buen viaje!! Saludos

  • Hermosa ciudad Cartagena, sin desmerecer Baru y las Islas del Rosario hay lugar un poco mas alejado, al cual se puede ir en lancha (90 minutos) desde el Muelle de los Pegazos.
    Busquen archipielago de San Bernardo (isla Tintinpan y Mucura) es un paraiso,

  • Barú es espectacular, solamente no hay que quedarse donde te dejan los tours ese lugar si que está lleno de gente hay que caminar unos 500 metros para la izquierda ,ahí es súper tranquilo y no hay mucha gente.No dejen de ir Barú ,pero aganlo x su cuenta ,quédense una noche al menos.

  • Hola: alguien me puede decir si en Cartagena e islas crecanas se puede usar la tarjeta de débito en todos lados como en Brasil.
    Se puede ir con DNI o hay que sacar pasaporte?
    Gracias.

  • Buenas! Muy buen post!
    Una consulta, la isla grande de Islas del Rosario tiene playas publicas lindas? Las que encuentro en los hoteles me parecen minúsculas y algunos no tienen ni arena.

  • Alucine y me teletransporte con esta nota de cartagena, bellisimooo relato. En noviembre recorreré esas calles.