Explorando Berlín: Un recorrido por sus Grandes y Pequeñas Maravillas

Autor invitado: Agustín Segura

Una guía para conocer las opciones que hay en Berlín y armar un plan de viaje a tu medida.

La capital de Alemania es una ciudad vibrante, dinámica, innovadora, cosmopolita, cargada de historia y diversidad cultural. Para llegar cuenta con dos aeropuertos: Tegel y Schönefeld. En este artículo vamos a presentar algunos puntos de interés destacados para visitar en la ciudad.

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Comenzando por lo más elemental: Brandenburger Tor, “la puerta de Brandenburgo” es el monumento icónico de la ciudad. Se encuentra en el área céntrica, sobre el bulevar Unter Den Linden. Cruzando la Puerta hacia el Oeste, se extiende el Tiergarten, el parque más grande en Berlín, en el que se pueden encontrar casi por accidente esculturas de influencia clásica. Muy cerca de la Puerta está el Bundestag, el parlamento nacional, un edificio moderno construido tras el infame incendio en los tiempos del Tercer Reich. Es posible y recomendable visitar la cúpula del Bundestag, pero es esencial reservar la visita con suficiente antelación en el sitio web.

Hacia el este de la Puerta se recorre el recoleto bulevar Unter Den Linden, con restaurantes, embajadas, teatros y mucho más; el bulevar desemboca en un puente que conduce al Museuminsel (“Isla de los Museos”). Para quienes disfruten sumergiéndose en arte e historia, esta es una parada obligatoria; es más, recomiendo dedicarle al menos dos días completos para visitar todos los museos y, además, sacar el Berlin Pass, válido por tres días para acceder a los museos sin sacar entradas para cada uno.

Siguiendo con las grandes maravillas, Alexanderplatz es uno de los puntos de referencia en la ciudad donde probablemente harás alguna combinación de U-Bahn con S-Bahn, y allí cerca se encuentra la Fernsehturm (Torre de Televisión), herencia del lado Este de la ciudad. Más al noroeste del Tiergarten, se encuentra el palacio Charlottenburg, en el que puede apreciarse la estética rococó y el lujo aristocrático de antaño. Si te atrae el esplendor de la nobleza europea, saliendo de la ciudad hacia el sudoeste se encuentra la localidad cercana de Potsdam, que cuenta con varios castillos y palacios para visitar.

Pese a que fue originalmente fundada en el siglo XIII, esta ciudad es paradójicamente muy nueva, ya que fue en gran parte destruida tras la Segunda Guerra Mundial. Cuando caminas por Berlín, te encuentras en una ciudad que fue reconstruída y renovada hace poco más de 70 años. Increíble, ¿verdad?

Si estás interesado/a en la historia del siglo XX, hay algunos sitios de interés para visitar: cerca de la estación Ostbahnhof, se encuentra la Galería de Arte del Lado Este, donde algunos restos del Muro quedan en pie, pintados con grafitis que simbolizan la libertad de expresión. En la esquina de Friedrichstrasse y Zimmerstrasse se encuentra Checkpoint Charlie, el punto de control que comunicaba un lado a otro de la ciudad en los tiempos de la Guerra Fría; también hay un museo con el mismo nombre allí mismo. Sin embargo, recomiendo mucho el Museo de la DDR (Republica Democrática de Alemania), que es interactivo y muy intuitivo sobre la vida en el lado soviético de la ciudad; se encuentra sobre Karl-Liebknecht Strasse, frente al Berliner Dom. El Museo de Historia Alemana (“DHM”) también es una fuente valiosa sobre este período y también sobre el pasado medieval.

Hay alrededor de la ciudad muchos vestigios de historia viva, desde arquitectura de diversos períodos hasta restos del Muro y puestos de guardia en parques. Además, con Berliner Unterwelten se puede viajar al pasado y visitar refugios de bombardeos de la Segunda Guerra y túneles de escape.

Para entrar en contacto con los aspectos más oscuros de la historia, en la zona céntrica se encuentra el Memorial por los Europeos Judíos Asesinados que cuenta además con una exhibición histórica y educativa. Además, se puede visitar el Campo de Concentración en Oranienburg, al que se puede llegar por la S-Bahn 1. Sin embargo, recomiendo enfáticamente que lo piensen tres veces antes de visitar el campo porque puede impactar mucho emocionalmente.

Pasemos a la cereza del postre y nos sumergimos en las pequeñas maravillas berlinesas. Los barrios de Kreuzberg, Friedrischain y Neukölln están tatuados de Street-art; en ellos puedes encontrar una infinidad de bares y centros culturales para disfrutar el circuito alternativo y contemporáneo. Por ejemplo, el complejo RAW, sobre Revaler Strasse, es un centro de cultura urbana con bares, puestos de venta y exposiciones. Haus-Schwarzenberg, cerca del corazón de Mitte es también un ejemplar del contraste entre lo convencional y lo alternativo.

La noche berlinesa baila al ritmo de la música electrónica; existen otras opciones, por supuesto, pero lo más destacado es este estilo. Panorama-Bergainh es la más famosa, pero puede tomar mucho tiempo hacer la cola para ingresar; TRESOR es conocida como la cuna del techno.

Como cualquier ciudad cosmopolita, hay absolutamente de todo para comer. En muchos lugares de comida al paso, el currywurst es el clásico berlinés, es básicamente una salchicha con papas fritas y salsa un poco picante. Gracias a la inmigración de turcos y más recientemente de otros países del Medio Oriente, se pueden encontrar muchos garitos con Döner Kebab (sánguches de carne con salsas e ingredientes a elección) y otras especialidades árabes para comer al paso. Mi favorito, sin embargo, es el Burgermeister, una hamburguesería para comer debajo de las vías de la U-Bahn cerca de la estación Schlesisches Tor; también tienen un local en la estación Kottbusser Tor.

Otro punto de interés es Teufelsberg, hacia el oeste de la ciudad. Es una vieja torre de operaciones del espionaje aliado que fue abandonada y desde donde hoy se puede visitar para apreciar el panorama y hacer caminatas. Por último, Monster Kabinett, cercano al Mitte, es una exposición de arte y esculturas de criaturas de terror.

¿Conocés Berlín? ¿Sumarías otros lugares?

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