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Autor invitado: Martín Sacán
Para los apasionado o curiosos de los autos, Berlín está llena de historias por contar. Ciudad en donde se emitió la patente del primer automóvil de la historia.
En base a investigaciones personales fui armando un itinerario alternativo que evita los lugares comunes y aquellos a los que el visitante puede llegar fácilmente en Berlín. La idea es hablar de la historia del auto mientras vemos y tocamos verdaderas piezas de colección, pero también conocer lugares muy vinculados a los hechos históricos más importantes que ocurrieron en Berlín.
Veremos parte del Muro de Berlín y hablaremos de cómo algunas personas escaparon modificando autos para esconderse. Retomaremos la historia del vehículo encargado por Hitler y conoceremos al que fue el auto más popular en Alemania del Este, y el primero de la historia.
Comencemos con la historia de Berlín
El paseo arranca en el semáforo más antiguo de Alemania, un punto que nos va a servir para recordar los orígenes del automóvil. Veremos la patente que le entregaron a Karl Benz cuando inventó el primer auto, y fotos comparativas de ese mismo lugar hace casi 100 años.
A partir de ahí nos iremos alejando cada vez más del centro de Berlín, para conocer toda su historia, no sin antes viajar al futuro de la movilidad. Podremos subirnos a los autos que dicen anticipar lo que viene. Son los que hoy más se acercan a la conducción autónoma, ya se venden y pueden realizar movimientos sin necesidad de que intervenga el conductor.
Después, si el clima lo permite, vamos a un ex aeropuerto nazi que una vez al año se convierte en autódromo y ve pasar autos de carrera. Es un lugar único que hoy es un parque público, pero fue muy importante en la historia de Berlín: allí aterrizaban en 1948 los aviones aliados que abastecieron a la ciudad mientras fue bloqueada durante un año por los soviéticos.
Desde ahí nos iremos a la periferia, en busca de las históricas ruinas de Berlín del que fue el circuito de carreras más veloz y peligroso de Europa durante décadas. Con una particularidad: cuando se inauguró también fue la primera autopista del continente, función que hoy, ya sin autos de carrera acelerando, sigue cumpliendo. Reviviremos récords y tragedias.
Para el final del recorrido por la historia de Berlín podremos encontrar lo mejor: unos viejos talleres del tranvía que son el secreto “fierrero” mejor guardado de la ciudad. Un garage donde restauran autos clásicos de todas las épocas, y en cocheras acristaladas duermen muchos de los mejores autos del mundo. Hay Ferrari, Lamborghini y Porsche, entre otros.
Serán cinco horas de combinar la historia del primer auto auto y la de Berlín, para llevarse una mirada única de la ciudad.
Para realizar el tour pueden encontrarlo a @MartinSacan en Instagram.
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