El Obelisco de Central Park: Un Legado de 3.500 Años en el Corazón de Nueva York

Autor invitado: @gustavodonofrio

El Obelisco de Central Park, conocido también como la Aguja de Cleopatra, es mucho más que un simple monumento. Con más de 3.500 años de historia, esta imponente estructura de granito rojo se erige como el monumento al aire libre más antiguo de Nueva York y un vínculo tangible con la antigua civilización egipcia.

Originalmente erigido en la ciudad egipcia de Heliópolis alrededor de 1450 a. C. por el faraón Tutmosis III, el obelisco fue trasladado a Alejandría y, siglos después, donado a los Estados Unidos en 1879 por el jedive de Egipto, Isma’il Pachá, como un gesto de amistad y agradecimiento por la neutralidad estadounidense en el conflicto entre Francia y Gran Bretaña.

El traslado del obelisco a Nueva York fue una hazaña de ingeniería. La piedra, de aproximadamente 21 metros de altura y 220 toneladas, fue transportada en el vapor SS Dessoug. El proceso de moverlo desde el puerto hasta Central Park duró 112 días y requirió la construcción de un sistema complejo de rieles y poleas. La ceremonia de colocación, el 22 de febrero de 1881, atrajo a miles de espectadores.

Los jeroglíficos grabados en el obelisco conmemoran las victorias militares de Tutmosis III y Ramsés II, ofreciendo valiosas perspectivas sobre la historia y los logros del antiguo Egipto. Su forma imponente se creía que servía de vínculo entre el cielo y la tierra, reflejando la idea de Central Park como un puente entre el mundo antiguo y la civilización moderna.

La Aguja de Cleopatra se encuentra en Central Park, cerca del Museo Metropolitano de Arte. Es fácilmente accesible a pie y hay varias opciones de transporte público disponibles.