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Autora invitada: @anto.siffredi
París es una ciudad que brilla por sí sola, por eso encontrarás mucha cosas para hacer, pero si te alcanza el tiempo, sin duda uno de los lugares más impresionantes de la ciudad es el Palacio de Versalles, donde viajas a las épocas de la monarquía francesa y disfrutas de una arquitectura única por su lujo y unos jardines increíbles que no terminas de recorrer.
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El Palacio se ubica a las afueras del centro de París, son 15 km que separan la Torre Eiffel de Versalles. Al llegar ya asoman las rejas y puertas enmarcadas con oro y el gran castillo que fue la residencia real entre los años 1682 a 1789, siendo uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa.
Las más de 700 habitaciones que componen el Palacio destacan por el lujo monárquico, ostentando el oro, los enormes ventanales y las grandes pinturas típicas de la era con figuras de la realeza que decoran los techos y las paredes. Sigues avanzando entre enormes candelabros y largos pasillos llenos de reliquias únicas no dejan de llamar la atención al pasar.
El castillo de Versalles es un lujo poco visto en otras obras arquitectónicas del mundo, pero lo más llamativo de este lugar son sus preciosos y sofisticados jardines. El parque abarca en total 800 hectáreas, entre las cuales 300 son de bosque y 2 de jardines a la francesa. Hay más de 370 estatuas y 55 estanques y canales.
Al salir del palacio te encuentras solo con una ínfima parte de lo que en realidad son estos jardines. Los invernaderos dejan unas postales únicas para sacar las mejores fotos para las redes o simplemente para tener el recuerdo.
La música clásica y relajante de la época está presente todo el tiempo y adorna el recorrido, en donde encontrarás la mayor clase y elegancia de la monarquía francesa.
Poco a poco comienzas a disfrutar más de los verdes prados perfectamente cuidados, las danzas de agua que realizan las múltiples fuentes, las grandes obras y estatuas que forman un paisaje de ensueño en donde a pesar de las largas caminatas por el lugar, vas disfrutando la tranquilidad del mismo.
Los jardines cuentan con restaurantes y lugares de comida al paso. La mayoría de los visitantes deciden comer un aperitivo sentados en el parque frente al Gran Canal de Versalles, donde además podés disfrutar de un paseo en bote. Sin duda ahí se respira y se siente un ambiente de paz y tranquilidad que te sumerge en otros tiempos.
El recorrido te demorará aproximadamente medio día, sobre todo si deseas recorrer gran parte de los jardines, por lo que si tenés tiempo en París, no podés dejar pendiente esta gran visita al Palacio de Versalles.
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