¿Cómo recorrer el Parque Los Alerces?

Ubicado en Chubut y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, es de los parques nacionales más bellos del país, en esta nota te dejamos información que puede servirte para recorrerlo.

El Parque Nacional de los Alerces  tiene a Esquel cómo la la ciudad más cercana, ubicada a 52 km de la puerta principal del parque. Para recorrerlo hay diferentes maneras: en una excursión a pie, en auto por la ruta 71 y haciendo paradas en los puntos más icónicos o en transporte público saliendo desde Esquel, la frecuencia comienza a las 8 de la mañana. La entrada general (para extranjeros) es de ARS $400, mientras que los niños de 6 a 12 años pagan ARS $90. Por su parte, los turistas nacionales deben abonar una entrada de ARS $180.

La actividad más realizada es el senderimo, clásico en este tipo de espacios naturales, y el El Lago Futalaufquen es sin duda uno de los puntos más bellos del parque. Pero tiene muchos otros lugares que recomendamos sumar al recorrido:

Realmente hay muchisimos lugares en dónde vale la pena dedicar una parada, contemplar la naturaleza y hasta por qué no pasar la noche. Tiene varias hosterias dónde pueden hacerlo, nosotros les recomendamos Hostería Futalaufquen. Otras hosterías disponibles son: Cume Hue (ubicada a 27 km de Villa Futalaufquen), Quime Quipan (a 5 km de la villa) y Pucon Pai (a 10 km). Y si quieren acampar también pueden hacerlo, hay camping organizados ubicados en el Parque Nacional Los Alerces son los siguientes: Bahía Rosales, Lago Rivadavia, Lago Verde, Los Maitenes, Pucón Pai, Club Bancarios y Rahue. Si buscas algo agrestes, los podes encontrar ubicados en: 3 bahías, Bahía Rosales, Lago Verde, Las Lechuzas, Cumehue, Arrayanes, Centinela.

Les recomendamos visitarlo en primavera, ya que en esta época la fauna y flora generan un entorno muy colorido y agradable, hay menos turistas y no hacen temperaturas demasiado elevadas, ni demasiado frío y menos probabilidad de lluvia.

Argentina cuenta con un montón de parques nacionales que debemos recorrer alguna vez, desconectarnos de lo cotidiano y vivir una experiencia ciento por ciento natural.