Viajando sola en Europa (cuando se podía)

Por acá estamos con un poco de nostalgia de viajes y, como físicamente no podemos, alguien del Team Promos nos va a contar su experiencia viajando por Europa sola.

Al planificar este viaje, lo único que tenía en claro era que empezaba y terminaba en Barcelona. Tengo 2 amigas viviendo ahí y por eso iba a ser la base de operaciones. Así fue, conseguí aéreos para Barcelona con KLM y me fui 3 semanas en septiembre/octubre del 2016.

En Barcelona dejé la valija y agarré la mochila. El objetivo era recorrer Portugal en tren pero tenía pocos días disponibles, lo hice igual y quedándome 2 noches en cada destino… algo que no volvería a hacer. Es como irse corriendo de cada ciudad, y hay algunos destinos que merecen más días para recorrer o simplemente disfrutar no hacer nada ahí. Creo que depende del gusto de cada uno al viajar, si destinar muchos días o visitar todas las ciudades que se pueda.

El itinerario fue el siguiente: Barcelona – Porto – Lisboa – Lagos – Ámsterdam – Barcelona – Ámsterdam (esta fue una escala de 12 horas que aproveché para volver a la ciudad otro rato).

Más allá de las ciudades que visité, quería enfocar este relato en la experiencia de viajar sola. Al principio me costó un poco tomar la decisión, muchos miedos dando vueltas como si me iba a poder desenvolver sola, si iba a divertirme, la familia y amigos preguntando si me parecía seguro, etcetera. Todos esos miedos estuvieron pero animarme a hacerlo fue la mejor decisión.

Todos eran destinos que yo tenía muchas ganas de conocer, era mi segunda vez en el viejo continente y todo salió perfecto. En realidad no fue todo como fue planeado, pero el viaje en general fue perfecto.

En términos de seguridad, antes de empezar el viaje le dejé a mi familia los datos y el itinerario de todos los lugares que iba a visitar, para que ellos se queden más tranquilos y yo me sienta un poco más segura también. Estando allá, no tuve muchos más cuidados que los que uno tiene cuando viaja en general y, afortunadamente, no tuve ninguna situación durante esas 3 semanas.

Me hospedé en habitaciones privadas de casas por airbnb y en hostels con habitaciones compartidas solo de mujeres y mixtas (y acá me tocó convivir con 3 hombres más). Todas las modalidades tienen sus pro y contras, a lo que le di más importancia en ese momento fue la ubicación céntrica para evitar tener que movilizarme mucho para recorrer, además que me quedaba pocos días en cada lugar.

Viajar sola te pone a prueba con muchas cosas. Cuando digo que sentí que me fui corriendo de las ciudades, en Portugal fue literal porque casi pierdo todos los trenes. De día uno recorre los puntos de interés, entre fotos y mapas van pasando las horas. Y a la hora de la cena es cuando sentía más la soledad, la costumbre de tener siempre alguien con quién comentar las cosas que se vieron durante el día… y esa fue la gran prueba en mi caso, perder la vergüenza y hablar con extraños, hacer planes con ellos y quedar en contacto con unos pocos incluso.

Una actividad que hice en todas las ciudades (menos en Lagos) fueron los free walking tour, para los que no los conocen son guías turísticas a la gorra que te llevan por los puntos más conocidos caminando, en general duran unas 3 horas. Tienen horarios fijos según el idioma y es una buena oportunidad para conocer gente o interactuar un rato con otros, además de aprender curiosidades sobre cada lugar.

Para ir cerrando este relato, viajar sola es algo que recomiendo hagan al menos una vez en la vida. Te abre la cabeza en muchos sentidos, el hecho de animarse a hacerlo ya es un gran paso. Así lo viví yo y por eso quise contarlo.

¿Ustedes viajaron solos alguna vez? ¿Cómo fue su experiencia?