Como aprovechar una escala en Zürich

Autor invitado: Caminando el Mundo

Veníamos de un vuelo de 12 horas desde San Pablo y nos esperaba uno igual hacia Bangkok. Teníamos una escala de 7 horas en la ciudad de Zürich, y decidimos aprovecharlas para conocer la ciudad.

En un primer momento, no consideramos salir del aeropuerto ya que pensamos que el tiempo no sería suficiente. Entre migraciones y estar en el aeropuerto 2 horas y media antes para el segundo vuelo, nos quedarían netas alrededor de 4 horas.

En otros países, 7 horas no serían suficientes para salir del aeropuerto, pero conociendo la fama de que en Suiza todo es perfecto, averiguamos un poco y nos dijimos, ¿por qué no?

Con nuestro pasaporte y nuestro pasaje de salida de Suiza, decidimos ir a la fila de migraciones, donde solamente nos consultaron porque queríamos salir y nos sellaron el pasaporte.

Pasado el control migratorio, fuimos hasta la estación de tren que conecta el aeropuerto con el centro de la ciudad (a 11km) en unos 12 minutos. La estación se encuentra en el mismo aeropuerto, y el valor del pasaje por 24hs nos costó 13 CFH. Al lado de la estación hay unos lockers grandes donde dejamos nuestro equipaje por 9 CFH, y de esa forma ir más cómodos.

El tren nos dejó en pleno centro de Zürich, y ya comenzamos nuestro recorrido por una de las ciudades más pintorescas de Europa.

Si bien no nos sobró tiempo, las 4 horas que estuvimos por el centro de la ciudad nos sirvieron y alcanzaron para conocer los puntos turísticos y llevarnos un pantallazo de Zürich. Si tienen algunas horas más, podrán parar a comer algo en alguno de los restaurantes del centro y disfrutar de una buena fondeau de queso o unos ricos bombones suizos.

Comenzamos cruzando el río Limago (que divide el centro de la ciudad y termina en el Lago de Zurich), fuimos hasta el funicular Polybahn, que con sus 450 metros de altura nos regaló una vista panorámica muy linda de la ciudad. Luego seguimos camino hasta la Biblioteca Central de Zürich, y llegamos al Barrio de Rathaus (casco antiguo).

Al cabo de un rato, llegamos al parque Sechseläutenplatz, ubicado en una de las esquinas del imponente Lago de Zürich, con muchas opciones para tomar y comer algo. Llegados a este punto, nos tomamos un rato para sentarnos en un banco a las orillas del Lago y contemplar uno de los paisajes más bonitos que vimos. En esta misma plaza se encuentra el Opernhaus (teatro de ópera de Zürich).

En el camino visitamos las icónicas iglesias de la ciudad: Grossmünster, Wasserkirc, St Peter y la iglesia de la Abadía de Fraumünster. Las iglesias en la ciudad se caracterizan por sus relojes gigantes y sus construcciones increíbles, con más de 1.000 años de historia.

A la vuelta, nos adentramos en la calle Bahnofstrasse, donde se encuentran las grandes y exclusivas tiendas de ropa, y aunque comprar algo puede resultar bastante costoso, recorrerla es una muy linda experiencia.

Nuestra última parada fue el parque Lindenhof, donde hicimos un poco de tiempo mientras contemplábamos la ciudad desde lo alto del parque.

Para finalizar nuestra visita express, volvimos a la terminal de tren, donde compramos unos recuerdos y unos ricos chocolates para encarar nuestras próximas 12 horas de vuelo a Bangkok.Sin duda, aprovechar la escala fue increíble. Nos llevamos un pantallazo de una ciudad increíble. El tren, tanto a la ida como a la vuelta, salió y llegó a la hora anunciada, sin retrasos de ningún tipo.