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Si bien el recuerdo que nos queda del lugar que visitamos siempre va a ser mucho más realista y sensorial que la foto, hay una parte de responsabilidad en cada uno a la hora de que la fotografía que hacemos “le haga justicia” al lugar que retratamos.
Y como no hay nada más frustrante que volver de viaje y ver las fotos movidas, fuera de foco o torcidas (entre otros), a continuación algunos tips para que las fotos de tus viajes te traigan los mejores recuerdos:
1.No mirar
Todos estuvimos ahí. Pediste una foto tuya en un lugar que te gustó y en el fondo salió la familia, los nenes, el perro que pasó y un escenario infinito de cosas salvo ese lugar.
Tanto para retratar a alguien, como también para buscar la toma de un lugar, hay que realmente mirar. Entender qué o a quién voy a fotografiar, cuáles son las proporciones que quiero usar y qué es lo que quiero mostrar. Por ejemplo, si voy a fotografiar a alguien, buscar realmente un cuadro acorde, que muestre el paisaje, que tenga las condiciones más óptimas para documentarlo y si voy a sacar una foto de arquitectura, por poner un ejemplo, revisar cuál es el mejor ángulo, si hay algún vidrio en mal estado o algo que particularmente me gustó y le quiero dar protagonismo. Ir al detalle y definir cuáles son las prioridades de lo que quiero mostrar en conjunto con el entorno y los elementos que componen la escena.
2.No prestarle atención al zoom (o no movernos, en su defecto)
Ver todo desde lejos en la comodidad de nuestro lugar suele no sumar mucho a nuestras fotografías viajeras. Movernos, acercarnos, generar planos detalle de lo que vemos, son algunos tips para no tener siempre la simple foto turística desde un punto en la lejanía. Siempre es mejor acercarse (en caso de ser posible) a que hacer zoom, donde se pierde la calidad de la imagen y si no contamos con una buena cámara, pueden salir pixeladas.
3.Fotos movidas
Muchas veces las fotos movidas tienen que ver con la ansiedad, “el momento”, la falta de paciencia y/o el tiempo con el que contamos para disparar, como así también situaciones en las que el pulso o la configuración de la cámara nos juegan una mala pasada. Algunos consejos:
– Improvisar trípodes si no contamos con uno en el momento.
– Sujetar la cámara con ambas manos bajando los codos y teniendo siempre la espalda recta.
– Darle tiempo al disparo para que se complete y movernos lo menos posible.
– Revisar siempre las configuraciones de la cámara.
– Si estás en un vehículo en movimiento usar una velocidad alta para disparar.
4.Uso del flash
Si bien en situaciones extremas todos lo hemos usado, nos conviene evitar el flash de la cámara: la persona retratada queda enceguecida, la foto estadísticamente casi nunca gusta, el alcance del flash es limitado y difícil de controlar. Salvo que sea una situación de suma necesidad, mientras que estamos viajando hay que aprovechar la luz natural o por qué no buscar fuentes alternativas de luz para iluminar lo que estemos por documentar.
5.Llevar excesivo equipaje fotográfico
A veces nos emocionamos, ya sea por el destino o por las ganas que tenemos de retratar un lugar y llevamos absolutamente todo lo que tenemos: GoPro, cámara instantánea, celular, selfie stick, estabilizador, réflex, mil lentes, trípode y todo lo que tengamos a mano.
La realidad es que por un tema de peso y comodidad hay que saber seleccionar bien cuál es el equipo que vamos a utilizar y esto solamente se puede hacer teniendo un plan o investigando qué fotos queremos hacer. No nos olvidemos: “menos es más”. Haciendo esta selección de equipo no solamente optimizamos nuestro tiempo, sino que también eliminamos el exceso de tomas innecesarias.
6.ISO
Cuanto mayor sea la sensibilidad ISO que utilices al disparar no solo va a entrar más luz a cámara sino también vas a tener fotos con más ruido, menor nitidez y consecuentemente menor calidad. Idealmente, siempre mantenerlo lo más bajo posible y si no hay luz tratar de generarla artificialmente subiéndolo sólo en casos en los que realmente no haya otra alternativa.
7.Limpiar el lente
Ya sé… parece algo obvio y hasta innecesario. Pero a veces la suciedad en el lente no es tan fácil de percibir y se traduce en más trabajo de edición. Mirar antes de arrancar las fotos que el lente esté limpio es fundamental para evitar inconvenientes en las fotos y no llevarte sorpresas inesperadas.
Autora invitada: Fschvimer
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