Un paseo por Brujas, la ciudad de cuentos belga

Autor invitado: ViajaNico

Nada como una ciudad fotogénica y encantadora. Sin dudas una de las más bellas y de mis favoritas en Europa. Así que vamos a dar un paseo por Brujas, la ciudad de cuentos predilecta de Bélgica.

“Que Brujas esto, que Brujas aquello… No dejes de ir a Brujas…” fueron tantos los halagos que escuche de muchísima gente que no iba a pasarla por alto. No sabía bien que otras cosas podía e iba a ver en Bélgica, pero Brujas era una fija.

Después de mi paso por Paris me dirigí directo rumbo a Brujas, sería mi primer parada en ese país. Y qué primer parada… al igual que me pasó con Edimburgo, desde la estación de buses al hostel tuve que atravesar gran parte de la ciudad a pie, y esos primeros minutos bastaron para saber porque me habían dicho todo aquello sobre Brujas.

La Plaza Gran Mercado es el epicentro de la ciudad, y también el punto de partida ideal para recorrerla. Rodeada de restaurantes y tiendas de un lado, pero del otro podemos encontrar la Corte Provincial, el Museo de Historia de Brujas, donde se puede aprender mucho de la Brujas medieval, y también el gran campanario de la ciudad con toda su historia.

A pocos metros de allí se encuentra la Plaza Burg, algo más pequeña que la anterior, pero aquí también hay tela para cortar. Y casi que literal… el gran edificio que domina la escena es el Ayuntamiento de Brujas, pero a su lado hay una pequeña Basílica, llamada Basílica de la Sangre Sagrada (Holy Blood), ya que dicen ahí mismo se encuentra un trozo de tela con sangre del mismísimo Cristo.

Entre estas dos plazas que mencioné también se encuentra el Museo de la Cerveza, y que mejor país para aprender que en uno de los pioneros en esta bebida tan popular.

Otro punto de interés es la Plaza de Juan Van Eyck, donde suelen realizarse exposiciones artísticas, además de la estatua de este famoso pintor y muchos pequeños lugares para sentarse a disfrutar del lugar un buen rato. Cuando estuve habían hecho dentro del canal una gran ballena con envases plásticos de color azul y blanco, todo sacado de los océanos. Arte y concientización, todo en una misma obra.

Muy cerca de allí hay un restaurante argentino, llamado El Churrasco Argentino, lo dejo como dato para aquellos que quieran darse una vuelta.

Rozenhoedkaai es un lugar muy lindo para visitar. Seguramente lo hayan visto ya en varios postales o fotos típicas de Brujas, así que, ¿Por qué no hacer la foto ustedes también? Lugar muy fotogénico, como casi toda la ciudad.

Y si de lugares preparados para lucirse ante una cámara hablamos, el Puente Bonifacio es otro sitio increíblemente lindo para pasear. Frente a él también se levanta la Iglesia Nuestra Señora de Brujas, con una inmensa torre.
A tan solo un par de cuadras nos encontramos con la gran Catedral de Brujas, que en su interior muestra grandes obras de arte, y lo mejor de todo es que la entrada es gratuita.

Una de las entradas a la antigua Brujas no pasa desapercibida fácilmente, y claro, con una puerta de semejante tamaño y con forma de castillo como hacerlo.
Se trata de la Puerta Kruispoort, al Este de la ciudad. Y muy cerca de ella, en dirección Norte, se puede pasear por toda el área verde que bordea el canal y en donde se pueden apreciar antiguos molinos diseminados por toda la costa. Un paseo muy recomendado.

Brujas no es solo esto. Caminen por todos lados, elijan un canal y bordéenlo hasta que se encuentre con otro, doblen por donde crean conveniente. Toda la ciudad parece una maqueta de cuentos, sin dudas un lugar increíble que van a recordar siempre.

Y como última recomendación, hay cuatros cosas que no pueden dejar de probar en su paso por Bélgica: los waffles, el chocolate, la cerveza y las papas fritas. Si no lo sabían, estas últimas son belgas y no francesas como se cree, así que más que nunca hay que probar las originales.Dicho esto… ¡buen viaje!