Nuestro viaje a Tokio

Autora Invitada: Majo – @viajarvivirelmundo

Teníamos ganas de playa y nuestro objetivo final fue Filipinas (ya vendrá la reseña de ese viaje) pero, una vez más, Promociones Aéreas nos tentó con una oportunidad que no dejamos pasar. Volamos por Air Canada hasta Tokio, para pasar una semana en Japón y luego seguir viaje a Filipinas, via Hong Kong.

Los comentarios de amigos y allegados que ya habían viajado a este destino nos asustaban respecto de  los costos de vida diarios, el idioma y el temor a perdernos en una de las ciudades más pobladas del mundo.

Mi sensación no tuvo nada que ver con esas preocupaciones.

Sí, investigué qué lugares visitar y, también, reservé hoteles en Tokio. Descargué los mapas de maps.me, contraté el tren JR PASS  (se contrata fuera de Japón) y un módem inalámbrico para asegurarme de tener señal de Internet durante la estadía.

Y todo resultó de maravilla.

Aterrizamos en el aeropuerto de Haneda – hay dos aeropuertos internacionales, el otro es Narita -. Pasamos por la oficina de JR Pass (hay que llegar antes de las 18 hs. que es el horario de cierre, sino esperar al otro día pero hay oficinas en todo Tokio) para retirar el pase de tren y metro, retiramos nuestro modem en el mismo aeropuerto (buscando en la WEB se encuentran varios proveedores, incluso el JR Pass), nos abrigamos y salimos, en transporte público, rumbo a la estación de Shinjuku.  (Ver Cómo llegar de Haneda a Tokio).

Nos alojamos en el barrio de Shinjuku, hacia el lado Coreano. Llegamos de noche y nos impresionaron las luces, el movimiento de autos y metros, la gente, los restaurantes atendidos por robots y los cientos de locales de las mejores marcas…

Hay mucho por recorrer en Tokio. Pero, a pesar de lo grande que es la ciudad, vale la pena “caminarla”.  La cantidad de gente que se mueve de un lado a otro, las estaciones que parecen un hormigueo incesante pero absolutamente ordenado y los edificios llenos de muñecos, promociones y colores, fascinan desde el primer contacto.

En el medio de la ciudad encontramos pequeños monasterios, alguno con su cementerio. En Japón, los nichos están acompañados de unas barras de madera que tienen un significado simbólico – tienen el tamaño de un esquí y están llenos de escrituras -. Con el viento, hacen un golpeteo que es lo único que se escucha en el lugar…mientras el tiempo se detiene.

Cada zona tiene su propio encanto. En general nos movíamos con el JR Pass por la línea Yamanote – las líneas de subte tienen nombre y, algunas estaciones, son muy difíciles de repetir! –  que da toda la vuelta al centro de Tokio.

Parque Nacional Shinjuku Gyoen: un parque enorme, muy verde, cerca de la estación de Yoyogui. Un oasis en medio de esta poblada ciudad.

Parque Yoyogui y Santuario de Meiji: Cerca de  la misma estación paseamos por este parque gigantesco y prolijo. Los senderos llevan al Santuario de Meiji. Era el 2 de enero y miles de personas iban a agradecer por el año que paso y a hacer su ofrenda para el nuevo año. Lleno de puestos que ofrecen ofrendas que representan los deseos en el nuevo ciclo – amor, trabajo, salud-. Una marea de personas que respetuosamente cumplen con sus tradiciones.

Japón es una mezcla sobrecogedora de tecnología, colores, respeto, orden y espiritualidad. Tenemos mucho para aprender.

Akihabara

Una locura, el lugar ideal para comprar electrónica y visitar los mega centros de juegos. Edificios enteros con jueguitos electrónicos. Un piso que es, sólo, para juegos de “la grúa que agarra regalos”.  Es un barrio muy conocido por sus tiendas de manga y anime. Si quieren comprar electrónica, Big Camera es el lugar: metros y metros con todo lo que se te pueda ocurrir.

Ueno

El famoso zoo con los osos panda y el gigante picozapato. Nunca había visto un pájaro como este, de más de 1,5 metros y un aspecto prehistórico, casi salido de Jurassic Park.

Jardines Imperiales

Japón es un reino pero a los reyes casi no se los ve. El 1 de enero saludan desde su residencia. Estos jardines son los que rodean la casa real. Un bonito recorrido si tienen tiempo.

La Calle Takeshita en la estación Harajuku, es un espectáculo de la moda vintage. Es el barrio extravagante de Tokio. Lo ideal es ir los domingos, a media mañana, al puente acceso al Santuario de Meiji sobre la calle Takeshita. Allí se encuentran los jóvenes vestidos como en la época victoriana y chicas con peluca rosas, celestes, lilas, vestidas con diminutos trajes y comiendo algodón de azúcar de colores.

En una esquina se venden kimonos. Nuevos y usados. De todo tipo y tamaño, para hombres mujeres y niños, imperdible.

La Estación Central de Tokio es un mundo en sí mismo. Pasan varias líneas de metro y, desde allí,  salen la mayoría de los trenes a distintos lugares de Japón. En el subsuelo están los famosos restaurantes para comer ramen: se arman largas colas frente a una máquina expendedora de tickets donde elegís y pagas tu comida y luego entrás a sentarte, das tu ticket.. y a comer.  Parece complicado porque el texto está en japonés pero todos los platos tienen fotos y hay que arriesgarse. El ramen es una sopa de fideos japoneses con carne y vegetales. Es deliciosa y un mimo para el cuerpo, en el invierno de Tokio. En los alrededores del mercado hay otros lugares similares, con menos gente.

Mercado de Pescado, Tsukiji (durante mi viaje lo pudimos visitar… a partir de Octubre 2018 se traslado a la Bahía de Tokio. La parte exterior del mercado minorista y restaurantes se va a mantener abierto al público. El nuevo predio, es del doble del tamaño que el Tsukiji).

Era enorme!!! A mi me encantan los mercados… en cualquier ciudad que visite no dejo de dar una vuelta por los mercados locales para comer, comprar y mirar.

Lo más atractivo del Mercado de Pescados era la subasta de los atunes.  Se hacia muy temprano por la mañana, alrededor de las 5,30 am. Cerca del mediodía ya estaba todo cerrado. Un imperdible: comer en los restaurantes que están en los alrededores. En general, son una barra ovalada y llena de banquetas. Te ofrecen sushi, pescados, sopas, mariscos…no es barato pero vale la pena.

Los baños y la comida merecen un post aparte.

Hay baños limpios en todas partes: en los parques, en el subte y en los trenes. Era invierno (a veces nieva, en Tokio) y las tablas de los inodoros están calefaccionadas! Para los argentinos, que siempre nos quejamos del mundo que no conoce el bidet, los japoneses encontraron un reemplazo perfecto: tienen una especie de control remoto ubicado a la izquierda de la tabla. Desde allí se comanda un chorrito que se puede regular en intensidad, dirección y temperatura. Una especie de objeto de culto escatológico!

En cuanto a la comida, vale la pena comer sentado en el piso y pedir varios platos para compartir. Practiquen comer con palitos, antes del viaje! La comida no es cara y se puede almorzar o cenar por Usd 10/15 o menos, con cuidado. Como en todos lados, hay lugares de comida rápida con hamburguesas y complementos locales.

Se venden bandejitas de sushi para comer durante un viaje en tren, por ejemplo.

¡Hay buena cerveza!

Tokio es interminable y hay mucho para ver. Estos fueron nuestros seís días. Estuvieron bien aprovechados y quería compartirlos.

JR Pass

Viajes ilimitados por la red de ferrocarriles japoneses y por la línea de Yamanote  y otros transportes asociados. Nos resultó muy práctico y la usamos todos los días.

Sacamos el pase por 7 días, que incluía los trenes a Hiroshima y Kyoto (ya vendrá el post correspondiente).  

Como llegar de Haneda a Tokyo: El monorraíl es la forma más directa y rápida para ir de Haneda a Tokio. Conecta el aeropuerto con la estación de Hamamatsucho en unos 20 minutos desde la terminal 2, la más alejada, y en 13 minutos desde la terminal internacional. El monorriel esta incluido en JR Pass. Una vez en Hamamatsucho tenemos a nuestra disposición la utilísima línea Yamanote, también de JR y por tanto accesible con el JR Pass sin pagar extra. Con la línea Yamanote podemos hacer turismo por casi todo Tokio sin necesitar casi nada más.

Cómo nos manejamos con el idioma, las compras y el transporte

Quienes atienden al público hablan inglés, de cualquier manera no es fácil entenderlos pero pudimos llegar a todos los lugares que quisimos. Los carteles, en los subtes están en inglés. Aunque al principio parece imposible, está tan bien señalizado que es fácil acceder a cualquier sitio.

Las tarjetas de débito y crédito son de uso común pero es aconsejable tener plata local a mano para cualquier compra en los puestitos de la calle.

Conocé la oferta de pasajes aéreos baratos a Tokio en Promociones Aéreas.