Escapada a un castillo del siglo XVIII en Buenos Aires

A casi 2 horas de capital federal, un castillo de estilo neorrenacentista lleno de mitos y leyendas, funciona hoy en día como hotel e invita a hospedarse o incluso a pasar el día.

La Candelaria esta ubicada en Salvador Maria, partido de Lobos, que hoy en día es muy reconocido pero que en el año 1840 cuando Don Orestes Piñeiro y su hermano Don Jose, compraron el enorme predio, Lobos era puro campo apenas alcanzado por la civilización.

Es un lugar con mucha historia, acá les trato de resumir un poco. Los dos hermanos farmacéuticos comenzaron su proyecto dentro del campo con el fin de la explotación ganadera. En aquel entonces el terreno era conocido como ¨Los Pontones¨ pero luego de que Don Orestes Piñeiro contrajera matrimonio con Candelaria del Mármol, en un acto de amor cambio el nombre a ¨La Candelaria¨. Se rumorea que es de mala suerte cambiarle el nombre a los campos, por eso según la leyenda, ellos nunca pudieron concebir hijos. Esas tradiciones de campo que parecen cumplirse siempre, creer o reventar.

A pesar de la frustración que les provocaba (en aquel entonces tener un heredero era de suma importancia) decidieron adoptar a una niña llamada Rebeca.

En 1906, luego de la muerte de Candelaria, Manuel Fraga asume la dirección integralmente, dando un nuevo impulso al establecimiento, que concurre a los certámenes y concursos de sociedades rurales obteniendo distinciones con ejemplares de Shorthom, Hereford y Aberdeen Angus entre otras.

Manuel Fraga y Rebeca contraen matrimonio. A su regreso de luna de miel por europa durante un año, el matrimonio vuelve con la idea de construir un castillo y es así como en 1894 comienza bajo la asistencia de arquitectos y profesionales, este enorme proyecto. Como dato extra, contratan al reconocido Carlos Thays para el diseño de los parques los cuales están poblados de estatuas, fuentes y glorietas.

Mientras el castillo estaba en construcción, Rebeca (consciente de su incapacidad física para tener hijos) se dedicó a obras de caridad, mientras que Manuel alternaba sus actividades en La Candelaria con participaciones sociales (llegó a ser intendente municipal de Lobos).

Cuando fallece Rebeca dejó en su testamento el casco de la estancia y de la colonia de vacaciones en manos de su fundación.

La Candelaria se terminó fraccionando, pasó a otros dueños y hoy, quienes adquirieron el casco, lo utilizan para turismo y actividades a fines.

El castillo posee 10 habitaciones Suites y Clásicas decoradas con lujoso mobiliario Europeo.

A menos de 100 kilómetros de CABA, nos encontramos con este imponente castillo de impronta francesa que atrae por su belleza y su historia a cada uno que la visita, y me incluyo.

En esta oportunidad sólo fui a pasar el día, que incluye una bienvenida de mate con tortas fritas, un paseo guiado por el interior del castillo, el almuerzo con bebida incluida (asado bien abundante) y postre, un show folclórico y una merienda. Fue un sábado distinto, sin dudas.

Otro día volveré a hacer uso de las habitaciones, pero probablemente estemos compartiendo este tipo de escapadas por acá. Hay cosas tan interesantes para hacer, y si puedo fomentar salidas distintas, es un placer!

¿Les copan las escapadas en el día o prefieren quedarse a dormir algunas noches? Los leo.

Team Promos