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Autora invitada: Parisian Spots
Dinamarca atrae turistas por sus hermosos lugares pero debes considerar estos consejos antes de viajar a Copenhague y poder disfrutar al máximo.
Con inviernos largos y fríos (un promedio diario de -2 grados), Dinamarca rankea todos los años en los primeros puestos del índice global de la felicidad de las Naciones Unidas. Si decidís viajar a Copenhague en los meses de otoño e invierno (febrero es el mes más frío), es importante que lleves paraguas ya que llueve seguido. Demás está decir que elegir el calzado y abrigo correctos son clave para disfrutar el viaje. Se recomiendan zapatos con suela de goma gruesas y plantillas que aíslen, para que resistan la lluvia y la nieve. ¡Cuidado con resbalarse! Mucha gente, incluso locales, sufre caídas a causa de esto. La mejor época para viajar a Copenhague es en entre los meses de junio y agosto, la temperatura no suele superar los 20 grados (16 es el promedio). Hay pocas horas de oscuridad al estar ubicada tan al norte.
Probablemente el lugar más turístico de la ciudad es Nyhavn, el “nuevo puerto”. Sus habitantes decidieron pintar una casa de cada color para hacerlo más atractivo, y tenían razón. Paseo marítimo muy pintoresco y atractivo con barcos antiguos de madera, barcitos, cafés y restaurantes para comer o tomar algo contemplando el agua.
El Palacio de Christiansborg es la sede del Parlamento y tiene una de las mejores vistas de la ciudad. Había sido construido sobre los restos de una fortaleza, pero en 1749 un incendio lo destruyó. Fue allí cuando la familia real trasladó su residencia al Palacio de Amalienborg, otro sitio que vale la pena visitar. Christianborg es el único edificio del mundo que alberga los tres poderes de un país en un solo sitio. Además de fabulosa arquitectura, se pueden ver obras de arte y retratos de personajes de la historia del país. El Salón del Trono y el Salón de Terciopelo son salas que no hay que perderse.
Un sitio que enamora a los daneses son los jardines del castillo de Rosenborg, donde se reúnen a tomar sol en verano y a hacer picnics. El castillo también se puede visitar y contiene un museo que recorre la historia del país y de la corona. También se pueden recorrer los apartamentos reales.
Los jardines de Tivoli forman el parque de diversiones preferido de los daneses, y es un paseo ideal sobre todo si viajas con niños. Recibe cuatro millones de visitantes extranjeros todos los años.
Una parte realmente especial y muy curiosa de la ciudad es Christiania. Un barrio en el centro de Copenhague con unos 900 habitantes que no lo reconocen como parte del territorio danés y no siguen sus leyes. Es un sitio bastante hippie y alternativo, con vistas al lago. El gobierno no permite que usen los servicios públicos (tampoco les dan electricidad ni agua por lo que tienen generadores y depósitos) porque no pagan impuestos.
Si lo que te interesan son las compras, Strøget es la calle comercial más conocida de la ciudad, con tiendas para todos los gustos y presupuestos, y marcas tanto danesas como internacionales.
La historia de Disney de “La Sirenita” fue escrita originalmente por un autor danés, Hans Andersen, y es bastante más oscura que la versión que todos conocemos. Un emblema de la ciudad (y probablemente el más visitado) es la escultura de la Sirenita, creada en el siglo XX por el artista Edvard Eriksen. Está hecha de bronce y, a pesar de medir un poco más de un metro pesa casi 180 kilos.
Tené en cuenta que, aunque el país es parte de la Unión Europea, su moneda no es el euro, sino la corona.
Último de los consejos para viajar a Copenhague que te daremos: si pensás quedarte varios días, vale la pena tomar un avión, un tren, un bus o incluso conducir hasta la región de Jutlandia, al norte del país. En la ciudad de Billund nació en 1932 la marca de bloques más famosa del mundo, Lego. Allí se encuentra la Lego House, una casa museo con las nuevas construcciones de Lego y todo tipo de figuras, maquetas de cuidades hechas con bloques. Además, existe Lego Land, su propio parque de diversiones, dos experiencias únicas para los chicos (¡y los no tan chicos!).
¿Conocen Copenhague? ¿Qué otros lugares sumarían ustedes?
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