Recorrido gastronómico por San Miguel de Tucumán

La impresión que tuvimos de la ciudad de San Miguel de Tucumán es que se trata de una ciudad tranquila, repleta de naranjas en las veredas y reconocida por la Casa Histórica. Pero en este posteo el #TeamPromos quiere contarles acerca de lo que más nos sorprendió, y estamos hablando de su gastronomía.

Con una gran variedad de restaurantes para todos los gustos y comidas típicas exquisitas, les voy a contar nuestra experiencia con los sabores del lugar.

La región es conocida por sus clásicas empanadas. Según los lugareños la clave es la cebolla de verdeo y la carne cortada a cuchillo, diferenciandola de las salteñas que introducen papa o pasas de uvas. Pueden comprarlas para comer de parado al paso o pedirlas, como nosotros, a La fabrica de empanadas <<

Sin embargo, para comenzar fui a comer el “plato” más recomendado, por ustedes lectores como por los propios tucumanos que consultamos… el “sándwich de milanesa”. Pude comprobar que tenían razón, es MUY bueno y lo comen algo picante, así que hay que tener cuidado.

El jueves por la noche fui a una parrilla a las brasas que se llama Olivia. Me recibieron en un ambiente super cálido, una excelente atención y me convidaron una parrillada de donde salimos super satisfechos. Si la quieren visitar les dejo la info del lugaracá <<

Alrededor de la Plaza Urquiza hay una gran variedad de bares y restaurantes para todos los gustos. En esa zona, por la calle Santa Fe, visitamos Sushifeel, un restaurante que además de ser gourmet especializado en sushi, también mezclan sabores de diferentes países como Tailandia, Vietnam, Italia y Francia a los cuales agregan aportes locales y regionales, sobre todo de países cercanos como Perú. Allí comimos:

Abajo dejo algunas fotos de los platos y quiero subrayar que mi favorito fue el salmón, aunque costó mucho decidirme ya que todo era muy rico, y lo acompañe con un Negroni. 

El sábado, nos levantamos temprano para realizar un tour hasta la Ciudad Sagrada de Quilmes, pasando por Tafí del Valle. En el camino paramos en el punto más alto de todo el recorrido donde se encuentra el mirador Abra del Infiernillo. Allí nos invitaron tortillas de queso en un refugio de montaña.

Luego de pasar por Tafí del Valle de donde no nos podíamos ir sin comprar unos ricos quesos, seguimos descendiendo camino a Quilmes, pero en el camino paramos en Amaicha del Valle a comer unas cazuelas de chivito que nos recomendaron, acompañados de una humita en su chala y un vino torrontés, clásico de la zona.

Así, la ciudad de Tucumán supo sorprendernos con sus intensos sabores y muy variada oferta gastronómica. Pero por supuesto, antes de regresar a Buenos Aires, almorzamos unas rica empanadas…

¿Qué tan importante es la gastronomía local en sus viajes?

Nos queda pendiente contarles sobre el hotel dónde nos hospedamos en pleno centro de la ciudad y recomendamos (Garden Park).

Team Promos