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Lo que hace semanas atrás era solo una posibilidad (ver nota acá), hoy parece que desde agosto sería una realidad. Las operaciones de los vuelos de cabotaje estarán centradas en la provincia de Córdoba.
La decisión del gobierno y autoridades de nuestra aerolínea de bandera parece estar definida. ¿Qué es lo que falta entonces para el anuncio oficial?, no mucho. Casi con la totalidad de los protocolos hechos, resta ver cómo avanza la pandemia y cuarentena.
Si bien no está definida la fecha, ya es un hecho de que si todo avanza con cierta “normalidad”, la decisión de avanzar en el plan para que la compañía vuelva a volar es a partir de agosto.
“Se está trabajando para que, si no hay un cambio respecto de la pandemia, en agosto la compañía vuelva a operar con todos los protocolos aprobados. No estamos pensando en el turismo, eso dependerá de muchas decisiones, pero sí que empiece a volar el mes que viene”, señalaron desde el entorno del ministro Meoni.
Se trata de ocho frecuencias diarias conectando destinos de norte-sur, con lo que cubriría 29 destinos en todo el país, con 15 destinos del norte conectados con 9 del sur vía Córdoba.
En esta última opción la operación quedará en Córdoba sin pernoctes ni postas en el resto de las escalas en el interior, y significaría el 7% de la operación habitual de la red doméstica.
La operación está establecida en dos corredores “triangulares”. El corredor norte, operaría dos vuelos semanales entre Rosario, Resistencia, Posadas, Catamarca, La Rioja y otras dos frecuencias semanales en la ruta que une Iguazú y Mendoza.
Por parte del corredor sur, también se triangularán dos frecuencias semanales en donde una triangulación es saliendo del aeropuerto Ambrosio Taravella para ir al de Comodoro Rivadavia y Bahía Blanca, otra es Neuquén y Salta, una tercera ruta es Mendoza y Bariloche y una cuarta Esquel y Trelew, para volver a Córdoba.
El protocolo que presentó la compañía y que espera la aprobación por parte del Ministerio de Transporte y del de Salud de la Nación, establece el bloquea un asiento (2 + 2 asientos por fila en lugar de 3 + 3). Reduciendo así la capacidad de los aviones (Embraer) al 50%.
No habrá servicios ni de comida ni de bebidas, así como tampoco la entrega de revistas a bordo. Será obligatorio el uso del tapabocas a bordo para los pasajeros y la tripulación, que además deberá usar guantes.
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